Los tumores se clasifican en benignos o malignos, aunque esta distinción no tiene utilidad universal. La propiedad más importante de un tumor maligno es su capacidad de invadir tejidos vecinos o distantes. La diseminación a tejidos lejanos, que suele tener lugar a través de la sangre o de los vasos linfáticos, se denomina metástasis y es característica del cáncer. Algunos tumores benignos pueden ser mortales sin producir metástasis. Entre ellos los más importantes son los tumores cerebrales llamados gliomas, que llegan a crecer lo suficiente como para ejercer gran presión sobre las estructuras cerebrales vecinas y destruir la función respiratoria. Un tumor hepático puede ser mortal al destruir las funciones vitales de este órgano, incluso sin metastatizar. Se dice que algunas veces las células de los tumores malignos pierden su función característica, pero las células sanguíneas que forman tumores llamados mielomas conservan su capacidad de formar anticuerpos. Los tumores del útero que reciben el nombre de molas hidatiformes son benignos, aunque pueden ser precursores del cáncer llamado coriocarcinoma. Los casos más claros de tumores benignos son los lunares y las verrugas de la piel.
martes, 24 de junio de 2008
TUMOR
Los tumores se clasifican en benignos o malignos, aunque esta distinción no tiene utilidad universal. La propiedad más importante de un tumor maligno es su capacidad de invadir tejidos vecinos o distantes. La diseminación a tejidos lejanos, que suele tener lugar a través de la sangre o de los vasos linfáticos, se denomina metástasis y es característica del cáncer. Algunos tumores benignos pueden ser mortales sin producir metástasis. Entre ellos los más importantes son los tumores cerebrales llamados gliomas, que llegan a crecer lo suficiente como para ejercer gran presión sobre las estructuras cerebrales vecinas y destruir la función respiratoria. Un tumor hepático puede ser mortal al destruir las funciones vitales de este órgano, incluso sin metastatizar. Se dice que algunas veces las células de los tumores malignos pierden su función característica, pero las células sanguíneas que forman tumores llamados mielomas conservan su capacidad de formar anticuerpos. Los tumores del útero que reciben el nombre de molas hidatiformes son benignos, aunque pueden ser precursores del cáncer llamado coriocarcinoma. Los casos más claros de tumores benignos son los lunares y las verrugas de la piel.
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